28 julio 2009

La cara de la hipocresia

La mirada fijada, inmóvil como una estatua, la placa conmemorativa en las manos que acaban de lo entregar, Marco Cadena no se mueve. La camera de la televisión y los objetivos de los fotógrafos lo miran, no puede perder la cara en este momento solemne. Cogido en plena hipocresía, el rector del colegio Carlos Zambrano de San Gerardo no reacciona.



El estaba mas altivo pocos días antes con sus colegas profesores. Ante los voluntarios europeos de el Centro agrícola cantonal de Guano que habían monitoreado el fresco que esta en la pared de su institución, no faltaba de palabras depresivas: “es feo”, “es horrible”, “no corresponde con los valores de nuestra institución”, “estaría mas a gusto en un jardín infantil”. Una profesora se propuso de regalar un galón de pintura blanca para esconder la pintura hecha por sus alumnos. Al contrario, no son avaros para felicitar los estudiantes de séptimo grado que pintaron las otras paredes de este colegio público y laico con representaciones católicas e oraciones en inglés.
Lo más grave de esas críticas es que fueron dichas a los pintores ante sus compañeros que no perdieron una ocasión para burlarse de ellos. Todo el trabajo de los voluntarios sobre la motivación personal y la revalorización de la autoestima destruido por un grupo de profesores ignorantes, sin noción de pedagogía y con consideraciones artísticas limitadas.
El fresco es una representación figurativa llamando al respecto del medio ambiente. Reconocemos el paisaje del entorno de San Gerardo con el Tungurahua en el medio. La fauna y la flore fueron dibujados con la técnica de la serigrafía. El tema, los trazos y los colores salen directamente de la imaginación de los muchachos. Los voluntarios acompañaron la obra sin intervenir demasiado.
Jueves 18 de junio, frente a las autoridades locales e a los medios, Marco Cadena no critico de nuevo. Pasivo, asisto a la celebración del trabajo de sus estudiantes. Frente a el micrófono, el felicito los pintores. Todos los presentes hacen un discurso para denunciar las criticas que no toman en cuenta que los pintores eran todos inician tés. El rector no se mueve y sus colegas quedan de cabeza baja. Prometen a la prensa de guardar el fresco que le daban asco hasta la vesperal.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario